Que es Expresionismo abstracto

El expresionismo abstracto germinaba en Estados Unidos a fines de los años cuarenta y principios de los cincuenta. Era una pintura subjetiva que tenía sus raíces en el surrealismo. Algo que resultaba lógico, puesto que aparte de ser el movimiento más importante anterior a la II Guerra Mundial, gran parte de sus componentes más destacados habían desarrollado su labor en Estado Unidos, donde se habían establecido en la década de los veinte.........En un momento muy determinado de la historia, el expresionismo abstracto se encumbró como el movimiento más representativo tras el fin de la II Guerra Mundial. Aunque Estados Unidos había salido victorioso, el mundo y la humanidad habían sido derrotados y con ello todas las mitificaciones de antes de la guerra: la fe en el progreso, el proyecto de nuevas sociedades, de reformas éticas…El punto de vista dominante en la época fue el existencialismo. Se propuso como fuente de todo valor moral, obligando a hacer elecciones en la vida sin recurrir a criterios externos u objetivos. La conciencia de tal libertad conducía a una existencia auténtica, pero estaba potencialmente llena de tensión por la carga de la persona que toma la decisión. Se dio prioridad a la sensibilidad y a la creatividad, y la convicción interior se asociaba a la actitud rectora. Se pudo comprender que la expresión directa y espontánea reflejaba la condición particular del individuo (que representaba un microcosmos de la humanidad) y esto ayudó a justificar la abstracción.Esto se tradujo en pintura de forma clara, y por un tiempo dominaría la estética promulgada desde E.E.U.U. Los artistas se refugiaron en sus cuadros, que eran como proyecciones de sí mismos, eran gestos o eran reflejo de una actividad metal.Dentro de la action painting americana hubo dos tendencias. La primera representada por Pollock, Kline y De Kooning que poseía una gran energía y gestual. Se acompañó por una libertad tanto en la técnica como en la concepción del propio cuadro, del cuadro como habitáculo y receptor. El lienzo es una proyección de la mente de los pintores. No se contemplaba como una obra de arte a la manera renacentista, o como una realidad en sí misma sino que era una proyección subjetiva del que pinta, convirtiéndose casi en una necesidad de expresión, en un vehículo de comunicación. La segunda corriente, la representada por Rothko partía de una inspiración más mística. La sutileza cromática, la rigidez y la monotonía eran las fórmulas de la composición. Si los artistas integrantes de la primera corriente estuvieron caracterizados por la impresión de caos (ya sea gestual o esté más cercano a una figuración involuntaria proporcionada por el automatismo psíquico), Rothko buscó la armonía y el equilibrio, y se sirvió del lienzo para ello.
Fue el gesto de liberación lo más importante del expresionismo abstracto, pero acabó cayendo en cierto academicismo y monotonía. Para Rosenberg, principal teórico del movimiento, el gesto sobre el lienzo era «un gesto de liberación del valor: político, estético y moral». También llevó implícito por parte de los autores un gesto de enajemiento de la sociedad y sus exigencias.